Hacemos un viaje gastronómico a Mérida en Bocado de País
05/02/2016 | 06:31 am
Por: Ana María SandovalDisfruta de este rico menú aquí
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La cocina tradicional merideña se mantiene en los campos, el mercado y los pueblos. Es contundente. Suculentas piscas, arepitas de trigo con queso ahumado, pasteles y las espesas sopas de arbejas o un reparador hervido.
Los nuevos cocineros merideños trabajan con los productos de la tierra y se esmeran con novedosas creaciones. Sus aliados son los agricultores, algunos empeñados en promover los cultivos orgánicos. Continúan los panes dulces y aliñados y se mantienen postres tan exóticos como el currunchete.
Mérida está abrazada por sus montañas, sus cultivos y el agua abundante que las riega. Su comida hace honor a su geografía y al espíritu trabajador de sus habitantes.
«Quien desayuna sopa no es flojo. Y en Mérida el desayuno es sopa»
Teo Zurita es merideño. Creció abrazado por el rojo de las fresas del cultivo de sus padres en Bailadores, así que resolvió montar su Capellanía en la capital de Mérida para servir postres. Empezaron a pedirle salado y no se amilanó. Todo lo contrario. Se convirtió en tremendo cocinero: creativo, defensor de los sabores locales y amigo de los productores para servir frescura, apasionado y meticuloso.
Cuando murió el papá de Milagros Socorro, la periodista zuliana, ella escribió una nota que se titulaba La Herencia y empezaba diciendo: somos millonarios. Les había dejado él por la música, la lectura, el asombro.
Tercera generación de cocineros, Eneko Fontoba creció con los sabores y la excelencia de los fogones vascos. Sus padres fueron los creadores del restaurante Míramelindo en Caracas y Mérida. El inventó Mokambo en Mérida, luego lo montó junto a su hermano en San Sebastián y más tarde le llevó los sabores venezolanos a quien visitará Bariloche en las montaña nevadas de Argentina. Ahora es profesor de cocina en el Hotel Escuela, asesor gastronómico en hoteles y restaurantes, diseñó el menú de las estaciones del nuevo teleférico y hasta inventó recetas de pez León para salvar el mero y el pargo.
Alejandra Gibert es merideña, ha comido en restaurantes desde que era una criatura, ha estudiado cocina con rigor y disciplina y ofrece una propuesta muy personal con sabores merideños en su restaurante Pra Pra. Con ella queremos explorar diversas formas de preparar la trucha, el pescado emblemático de Mérida.
Enedia Sánchez es oriunda de Mucuchíes. Cuando empezó a trabajar en el Hotel Restaurante Los Andes, hoy Toscana, el clásico local de Mucuchíes, se ocupó de introducir los platos tradicionales andinos.
Panadería y pastelería La Favorita, creadora del auténtico pan tovareño. La panadería màs antigua del Estado Mérida. La fundó Claudio Briceño en 1928. Su hijo Rigo Briceño cuenta la historia.
Liborio La Cruz amanece frente al Pico Bolívar. Con esa euforia y esa energía cultiva su huerto 100% orgánico. Cree en llevar sus productos de la tierra al plato, por eso no le vende a los restaurantes. Solo a quienes van jueves o viernes a compar la comida para su casa. Quiere sanar a la gente con buena alimentación.
Asmiriam Roa es abogado,es barista y tostadora de café, master chocolatera en la escuela de Pasteleria del gremio de Barcelona. Viaja mucho pero es merideñas y mientras más viaja más ama Mérida. Enla rama de cacao finos están los extra fino y los mejores se dan en la zona del Sur del Lago de Mérida.
Carmen María Síboli es sabia de la cocina ejidense. es abogado, es cocinera